Siempre la culpa es nuestra, siempre la culpa es de nuestros traumas, de nuestros conflictos internos, de nuestros defectos, de nuestos egoismo... Siempre la culpa es de uno... Si las cosas van bien o mal, si avanzamos o retrocedemos, si se rompe o se arregla, si hace frio o hace calor, si llueve o esta soleado. Siempre te hacen sentir responsables, no solo de tu vida sino tambien por la vida de ellos y de sus desgracias y miserias. Siempre encuentran algo de donde agarrarse y hacerte sentir mal.
Siempre van por detràs, escondiendose tras de uno, prendidos como garrapatas hambrientas, como vampiros que no chupan sangre sino ilusiones, proyectos, sueños, realizaciones, avances y progresos. Son despiadados, no les importa nada, solo estar siempre detràs de ti, agazapados, esperando cualquier momento para desvalorizarte, para ningunearte, para hacerte sentir una bosta olorosa capaz de tapar sus propios olores. Siempre estan allì, haciendo que la vida sea una carga, una responsabilidad pesada, un camino empinado, un obstàculo para tu propia superaciòn. Son como muertos que cargamos en las espaldas durante todo nuestro camino, muertos en vida, que necesitan de otros para sobrevivir. Siempre estàn allì, haciendonos sentir que nada de lo que consigamos en la vida sera algo que nos merecemos. Siempre preocupàndonos por ellos, creyendo que se merecen nuestro amor y compasiòn, cuando en realidad nos van carcomiendo de a poco, cada dia, cada minuto que pasa nos hacen mas y mas debiles, mas malos. En sus dicionarios no existen las palabras respeto, tolerancia, esfuerzo, trabajo o dignidad. Son seres que APAGAN NUESTRA LUZ PARA QUE BRILLE LA DE ELLOS.
Marcos Nahuel
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No le enseñamos complicadísimo rituales o incomprensibles palabras: queremos que domine y compenda rápidamente su propio poder.
No le exigimos que utilice ropa estrafalaria: necesitamos que sea su espíritu el que resalte.
No le pedimos que crea ciegamente en la magia: simplemente, lo invitamos a practicarla
Ojalá que encuentre en ella lo mismo que hemos hallado nosotros.
Que el Bien ilumine al Maestro, para que éste después pueda guiar al Alumno.
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